Rafael Mondragón
Uno de los puntos que se les ha pedido abordar en la introducción de sus trabajos es la exposición del "estado de la cuestión" del tema que están tratando. Eso quiere decir que tienen que leer bibliografía secundaria sobre su autor, su obra y su tema, enterarse de lo básico que se ha dicho sobre lo que quieren trabajar, y extraer de esa bibliografía cosas que les sirvan para presentar sus propias reflexiones.

El semestre pasado dedicamos casi un mes al aprendizaje del trabajo en bibliotecas y la elaboración del estado de la cuestión. Entre los consejos que les di, están los siguientes:

  1. Hay que trabajar en bibliotecas especializadas. Es importante conocer la Biblioteca Daniel Cosío Villegas de El Colegio de México, la Samuel Ramos de la Facultad de Filosofía y Letras, la Biblioteca Central, la del Instituto de Investigaciones Filológicas y la del Centro de Investigaciones sobre América Latina y el Caribe.
  2. No sirve de mucho ir a las bibliotecas e introducir en el catálogo el tema que yo quiero trabajar, tal cual. No van a encontrar nada si buscan cosas tan específicas como "la melancolía en la poesía de César Vallejo". Los mejores libros sobre Vallejo no llevan necesariamente la palabra "melancolía" en el título. Además, no todos los libros que les van a servir tratan de Vallejo: por ejemplo, muchos pueden trabajar el tema que les interesa, pero hacerlo a partir de otro autor. 
  3. Por eso, hay que buscar de otra manera. El primer paso es partir siempre de las obras generales, que tienen por objeto dar panoramas generales de lo que se ha dicho sobre mi autor, mi obra, mi época. Es decir, que la investigación debe comenzar por las historias de la literatura, las introducciones críticas y los diccionarios enciclopédicos especializados. La bibliografía puntual se revisa sólo en un segundo momento. 
  4. Una vez que han leído lo mínimo indispensable de esas obras generales, es momento de buscar bibliografía especializada. Se trata de los libros sobre su autor, y de los artículos de revista y los capítulos de libro dedicados a aspectos puntuales de su obra. ¿Dónde buscarla? En las obras dedicadas a la organización y sistematización de esa bibliografía. Las historias de la literatura y los prólogos tienen una sección con la bibliografía más importante de su autor. Las bases de datos en Internet ofrecen esa misma información, y a veces añaden breves resúmenes de los artículos. 
  5. Revisen esas bibliografías, y marquen los textos que les puedan servir. Luego búsquenlos en las bibliotecas y hemerotecas. Los catálogos de Internet les pueden servir para saber por anticipado lo que van a encontrar en cada espacio: así se evitan vueltas inútiles. Mi consejo: revisen todo lo que necesitan para todos sus trabajos; dedíquenle un día a cada espacio, y saquen todas las copias que necesiten en ese día: uno para ir a El Colegio de México, otro para Filológicas... 


En clase, jugamos una serie de juegos para aprender a hacer estas cosas de manera práctica. La primera vez, dividimos al grupo en equipos para hacer un rally con pistas y pruebas que se entregaban en distintos lugares.

Pueden bajar de aquí las pruebas del primer rally. Las pistas dadas en cada caso pueden servirles ahora que están buscando bibliografía para sus propios trabajos. Se van a dar cuenta de que, realidad, esas pruebas eran similares para todos los equipos: sólo cambiaba el tema de investigación, pero se mantenía el tipo de problema a abordar.

Con la base del primer rally, hicimos otro. Las pruebas eran parecidas, pero yo ya no les di pistas: ustedes tenían que revisar lo que ya habían hecho, y buscar maneras de resolver esos problemas por ustedes mismos. Pueden bajar de aquí las pruebas del segundo rally.

Espero que este pequeño repaso les sirva... ¡Saludos!